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El 11 de mayo de 1813 la Asamblea General Constituyente sancionó como "Himno" a la marcha patriótica escrita por Vicente López y Planes con música de Blas Parera.

Hoy 11 de mayo se conmemora el Dia del Himno Nacional Argentino, por tal motivo y haciendo un poco de historia, transcribimos a continuación una nota publicada por el Historiador Alejandro Fensore (quien escribe en nuestro periódico) que publicó en su block cuando se cumplieron los doscientos años de la aprobación de nuestro Himno como canción oficial (11 de mayo de 1813)

EL HIMNO QUE SUPIMOS CONSEGUIR
Por Alejandro Fensore (Historiador)
(Al final de la nota, la letra completa de la canción original patria)

En todos los actos se nos infla el pecho de emoción y nos hierve la sangre patriótica cuando se escuchan los acordes de nuestra canción patria, pero pocos saben la historia de la marcha que nos identifica como argentinos y que doy a conocer, aprovechando la ocasión que se cumplen 200 años de la aprobación de nuestro Himno como canción oficial (11 de mayo de 1813).

Desde el año 1812 había intenciones serias de tener oficialmente una canción patria, reconociendo algunos poemas patrióticos muy en boga en aquella época, con música propia, o convocando a autores para que compongan una melodía nueva. El Triunvirato aprobó en noviembre de 1812 una canción con letra de Fray Cayetano Rodríguez y música de Blas Parera, que fue dejada de lado. Luego, la Asamblea del año XIII encargó a Vicente López y Planes componer una “Marcha Nacional” que fue aprobada en mayo de 1813.Seguramente Parera le puso música y fue ensayada por un coro de niños y después por una comparsa de niños vestidos de indianos la cantaron en el teatro el 28 de mayo. Esta es una versión.

Otra versión es la de Vicente Fidel López, quien relata que su padre escribió un himno por encargo de la Asamblea, y que resultó muy exitosa .Fray Cayetano Rodríguez tuvo un encargo igual y escribió otro himno, pero al resultar el de López y Planes más aplaudido, retiró la composición sin darla a conocer.

En cuanto a la música, cuenta Albina Thompson (hija de Mariquita) que vivía en Barcelona en 1842, en carta familiar:” Estuvo por aquí Parera, nos entretuvo, contó como se compuso en casa el Himno Criollo inspirado en el Himno de David que de oído y de pie chapurreaba recordando en el teclado distraído nuestro padre que cantaba de niño”. Este Parera que visitó a Albina era el hijo de Blas Parera. Como Parera daba clases particulares a domicilio, se supone que Mariquita fue alumna suya de piano y arpa. Martín Jacobo Thompson había escuchado cantar a su padre el himno religioso inglés en que se habría inspirado Parera para componer la música de nuestro himno en el piano del salón de los Thompson. Como Parera era pobre y no tenía piano, perfeccionó nuestro himno en el piano de Esteban de Luca. Más tarde, Juan Pedro Esnaola hizo el arreglo del Himno Nacional reconocido finalmente como nuestra canción patria.

Hemos crecido con la certeza que el Himno fue estrenado en la tertulia de la casa de Mariquita en la actual calle Florida. Esta tradición surge del relato de Pastor Obligado en su libro “Tradiciones”, que dice: “La casa que describimos a continuación, de tres altas ventanas con rejas (apareciendo como el alto), abría su ancha puerta bajo el número 98 de la calle Florida (hoy 273), y subiendo sus cinco escalones de mármol, daba entrada al patio. Por la primera puerta de la derecha introducíase al gran salón, tapizados sus muros de riquísimo damasco de seda. En medio del techo de espejos, enmarcados en espléndido maderaje, pendía una riquísima araña de plata, y la gran chimenea francesa en el centro había ya sustituido las antiguas copas de bronce con fuego. Muebles de brocado amarillo, bajo cortinado de lo mismo, completaban su mobiliario; hacia el testero opuesto al alto estrado, el arpa y el clavicordio, donde ensayó el maestro Parera la música del himno nacional. Floreros y sahumadores en las esquineras, y sobre mesitas o consolas de pie de cabra, altos espejos venecianos con plateados marcos de lo mismo.” En este relato se basó Pedro Subercasseaux para pintar el famoso cuadro de la tertulia de Mariquita.

Según Obligado, Mariquita acompañó en su tertulia a Parera (que tocaba el piano) ejecutando el arpa. Estuvieron presentes en ese estreno personalidades como Remedios de Escalada y su novio el Coronel San Martín, López y Planes, Monteagudo, Alvear, entre otros. Sin embargo, Mariquita no ha dejado mención alguna de este hecho en sus memorias, y algunos historiadores ponen en duda esta versión. Lo que conocemos, surge de la tradición familiar de los Thompson, de Pastor Obligado, y del cuadro de Subercasseaux. El himno, oficialmente se cantó en un acto público en mayo de 1813, y entonado días antes en casa de Mariquita. Esta es la versión actual.

La letra original del Himno era muy independentista. Luego, la Asamblea del año XIII pide un arreglo de la letra, pues Inglaterra se opone fuertemente a toda autonomía de la colonias de España, que era su aliada contra la Francia de Napoleón. Es por ello que desaparecen estrofas como aquella que decía :” se levanta a la faz de la tierra una nueva y gloriosa nación”. En 1860 se le encomienda a Esnaola otra modificación: la marcha guerrera y estrepitosa se convierte en una melodía majestuosa y estirada.

Finalmente, durante el segundo mandato de Roca , se suprimen todas las estrofas agraviantes a España, por razones de diplomacia: de esta manera, el himno queda tal cual lo conocemos.
La letra de nuestro himno estaría equivocado: “Ya a su trono dignísimo abrieron” carece de sentido.

La Asamblea del año XIII sancionó nuestro himno sobre una copia defectuosa de López y Planes. Su autor siempre decía que la palabra correcta era “alzaron” y no “abrieron”. Pero por la fuerza de la costumbre quedó la palabra “abrieron”, y en 1847 declaró en testimonio existente en el archivo Mitre, autenticado por su hijo Vicente Fidel López, que la palabra correcta era “abrieron”.

La historia está llena de historias desconocidas, y la que se refiere al Himno Nacional Argentino es una de ellas.

Fuentes
- Alonso Piñeiro, Armando: “La historia argentina que muchos argentinos no conocen”.Buenos Aires.Depalma (1982).
- Obligado, Pastor: “Tradiciones Argentinas”.Buenos Aires.Hachette.(1955)
- O Donnell, Pacho: “El águila guerrera”.Buenos Aires.Sudamericana(1998).
- Sáenz Quesada, María: “Mariquita: vida política y sentimental”.Buenos Aires.Sudamericana.(1996).


HIMNO NACIONAL ARGENTINO

Oíd, mortales!, el grito sagrado:
¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas
ved en trono a la noble igualdad.
Se levanta a la faz de la Tierra
una nueva y gloriosa Nación
coronada su sien de laureles
y a sus plantas rendido un león.

De los nuevos campeones los rostros
Marte mismo parece animar
la grandeza se anida en sus pechos
a su marcha todo hacen temblar.
Se conmueven del Inca las tumbas
y en sus huesos revive el ardor
lo que ve renovando a sus hijos
de la Patria el antiguo esplendor.

Pero sierras y muros se sienten
retumbar con horrible fragor
todo el país se conturba por gritos
de venganza, de guerra y furor.
En los fieros tiranos la envidia
escupió su pestífera hiel.
Su estandarte sangriento levantan
provocando a la lid más cruel.

¿No los veis sobre Méjico y Quito
arrojarse con saña tenaz,
y cuál lloran bañados en sangre
Potosí, Cochabamba y La Paz?
¿No los veis sobre el triste Caracas
luto y llanto y muerte esparcir?
¿No los veis devorando cual fieras
todo pueblo que logran rendir?

A vosotros se atreve, argentinos
el orgullo del vil invasor.
Vuestros campos ya pisa contando
tantas glorias hollar vencedor.
Mas los bravos que unidos juraron
su feliz libertad sostener,
a estos tigres sedientos de sangre
fuertes pechos sabrán oponer.

El valiente argentino a las armas
corre ardiendo con brío y valor,
el clarín de la guerra, cual trueno,
en los campos del Sud resonó.
Buenos Aires se pone a la frente
de los pueblos de la ínclita Unión,
y con brazos robustos desgarran
al ibérico altivo león.

San José, San Lorenzo, Suipacha.
Ambas Piedras, Salta y Tucumán,
la colonia y las mismas murallas
del tirano en la Banda Oriental,
son letreros eternos que dicen:
aquí el brazo argentino triunfó,
aquí el fiero opresor de la Patria
su cerviz orgullosa dobló.

La victoria al guerrero argentino
con sus alas brillantes cubrió,
y azorado a su vista el tirano
con infamia a la fuga se dio;
sus banderas, sus armas se rinden
por trofeos a la Libertad,
y sobre alas de gloria alza el Pueblo
trono digno a su gran Majestad.

Desde un polo hasta el otro resuena
de la fama el sonoro clarín,
y de América el nombre enseñando
les repite: ¡Mortales, oíd!
Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud!
Y los libres del mundo responden:
¡Al gran Pueblo Argentino, salud!

Sean eternos los laureles
que supimos conseguir:
coronados de gloria vivamos,
o juremos con gloria morir.
(Se canta después de cada estrofa)

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