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Gustavo Cabral más conocido como Ciruelo, El Señor De los Dragones, está en Buenos Aires presentando en Ciudad Cultural Konex su exposición “ARTE DRAGON 2014”, hasta el 28 de setiembre.

Federico Gruben de Clara Mente visitó la muestra y tuvo un tete a tete con el artista, quien muy amablemente respondió a todas sus preguntas e inquietudes.

F.Gruben – Donde y cuando nació?
Ciruelo – Nací en Capital en una clínica cerca de la calle Anchorena en Barrio Norte, el 20 de julio de 1963. Provengo de una familia muy humilde. Mi padre falleció cuando yo tenía tan solo 4 años, en ese momento estábamos viviendo en San Miguel, pero a partir de ahí mi mamá que alquilaba debió mudarse en varias oportunidades, lo que me permitió conocer distintos barrios pero siempre dentro de la Capital.

F.G - ¿Hubo alguna inspiración por parte de su familia que hizo que se inclinara por el arte?
C – No, como te dije antes, mamá y papá venían del campo. Ella era de Santiago del Estero y él de Formosa, se conocieron en Buenos Aires, se casaron y nos tuvieron a mi hermano y a mí. No había mucha cultura a mi alrededor disponible como hay en esta época, o sea que lo mío fue muy natural, espontáneo. Pero sí recuerdo que ya desde muy chico tuve una pasión por el dibujo.

F.G - ¿Hay algún momento por el cual se haya inspirado por el arte fantástico?
C – No hubo un momento, siempre me apasionó esto, la naturaleza en sí. A los 4 – 5 años ya coleccionaba fascículos de animales y me fascinaba dibujarlos.

F.G - ¿Dónde estudio?
C – La cosa más seria comienza con la escuela secundaría, ingresé a los 12 años (yo venía 6 meses adelantado por mi edad) en el Fernando Fader, del barrio de Flores, escuela con tendencia artística orientada hacia todo lo que es arte.
Mis compañeros eran muy interesantes e intensos, dibujaban por pasión y entre todos nos influenciábamos para crecer y desarrollarnos al igual que los profesores.
La escuela la terminé a los 18 años y ya no estudié más. Me puse a trabajar en una agencia de publicidad como ilustrador.

F.G - ¿Cómo fue su primer trabajo como independiente?
C – De los 18 a los 21 años trabajó en esta agencia y al mismo tiempo me había contactado con editoriales y clientes particulares. A los 21 decido trabajar como “freelance” desde mi casa.

F.G – ¿Cómo consiguió contacto con George Lucas director de “Star Wars”?
C – Un día me llamaron por teléfono a mi casa (yo ya vivía con mi esposa en Sitges, barrio de Barcelona desde 1987). Para esa época (1990) ya tenía un agente de New York que me conseguía contactos y trabajos vía fax.
También para esa época se publica mi primer libro lleno de ilustraciones. Este primer libro biográfico y artístico es editado y publicado por la editorial Paper Tiger de Londres bajo el nombre de “CIRUELO” quien lo distribuyó por todo el mundo como así también el segundo “El Gran Libro del Dragón”, este último lo compró gente que trabajaba para George Lucas quienes estaban buscando ilustradores y un día me contactaron a través de mi agente.

F.G - ¿Su trabajo más importante en New York?
C – Obviamente el más importante que realicé fue para George, realice las portadas de la trilogía Chronicles of the Shadow War, pero yo ya había hecho varias tapas de libros muy interesantes e importantes, pero para mí lo más importante fue la publicación de mi primer libro ya que este contenía una recopilación de mi trabajo y yo contaba tan sólo con 27 años.

F.G - ¿Qué tipo de técnica utilizas para tus obras?
C - Durante toda mi carrera he utilizado distintas técnicas diferentes pero actualmente utilizo más el oleo, la técnica más tradicional oleo sobre tela. Para mi es la reina de las técnicas.
También me gusta dibujar con micro fibra, que queden las líneas sobre el papel blanco y la técnica de las piedras donde últimamente estoy pintando oleo sobre piedra.

F.G - ¿Como se le ocurrió la idea de los Petropictos?
C – Las piedras me apasionaron desde siempre, las coleccionaba porque me gusta mirarlas, pero fue por el año `95 cuando pinté la primera piedra por casualidad, era una piedra que había traído de un viaje y se la regalé a un amigo haciéndole algo especial, pintarla toda con un marcador. Ahí me di cuenta que lo que veía en ella, con unos trazos, un pincel y un poco de pintura podía hacer que todos los demás la vieran como yo y que finalmente se convirtiera a través de la pintura en una escultura, en un objeto 3D. Eso fue un regalo que me dio la técnica.

F.G - ¿Vos ves la piedra y ya ves la imagen? ¿Como las seleccionas?
C - Voy mirando una y otra y si veo que alguna tiene algo especial una textura una forma o incluso la puedo ver, digo “guau esto ya sé lo que es” y me la llevo, si hay alguna que no veo todavía pero que tiene una forma especial, un color una textura, la llevo también después ya la miraré en mi casa. Así es como las voy seleccionando.
Hay diferencia entre las piedras normales comunes, las que son de mar que son más pulidas con las de montaña que son más rusticas, mas accidentadas y con mas aristas. Cada una tiene su potencial.

F.G - ¿Cada pintura tiene su propia historia? ¿Las vas sacando de distintas partes del mundo?
C - No, las historias las saco de mi imaginación, lo que pasa es que hay mucho que coincide con historias reales, generalmente me ocurre que más adelante me doy cuenta que no es una imaginación sino que todo está relacionada con un montón de otras cosas, esto es por tal cosa y tiene este símbolo por tal otra, se va relacionando, intercalando, una con otra al principio. Cuando uno pinta, dibuja, no puede abarcar la totalidad del concepto de lo que está pintando, me preocupo más por la técnica, pero cuando termino la obra me doy cuenta de por qué la hice así, por qué fue lo que salió.

F.G - ¿El daltonismo, como te afecta a vos al pintar?
C - Supongo que me afecta mucho, porque no hay manera de que yo me dé cuenta lo que ustedes ven, si sé que hay colores que no veo, que los veo de otra manera. Ni siquiera se de que manera los veo y cuando nos ponemos a hablar no tengo pista. A veces si puedo pensar que ciertos colores los puedo entender porque mi esposa me dice que ese marrón tiene más verde y este otro marrón tira más al naranja o al rojo, o este azul tira mas al rojo.

F.G - ¿Tenés quien te ayude con las pinturas?
C - Siempre tengo que tener a alguien que me ayude, cuando era chiquito era mi mamá después cuando ya me case fue mi mujer hasta ahora y últimamente mi hija también.

F.G - ¿El tema de la escritura, el Gran Libro del Dragón lo escribiste vos?
C - Este libro que salió publicado en el `90, el primer bloque de texto lo recopiló una mujer en Barcelona, eran leyendas de dragones. La editorial que me lo encargó, que era para la que yo estaba trabajando me pidió que lo ilustrara, yo les dije que ese texto no estaba hecho por un escritor, sino por una recopiladora de datos, entonces nos pusimos a trabajar en mejorar el texto y a editarlos con un corrector de estilo de la editorial. Estuvimos trabajando varios meses, finalmente lo editamos. Después ocurrieron varias cosas, yo me quede con los derechos del libro para poder seguir publicándolo por mi cuenta y empecé a reescribirlo. En el año `95 lo rescribí, después en el 2000 lo volví a reescribir, cambie todo y ese libro viene así con una base de una investigadora que quiso publicar un libro de dragones y ya el libro “Hadas y Dragones” es el primer libro que me pongo a escribir yo desde cero.

F.G - ¿Donde y cuando fue tu primera exposición?
C - Sin contar con la escuela primaria mi primera exposición profesional fue en el Teatro San Martín en el año 1981. Me sentí muy emocionado por el lugar, de hecho era en el hall y expuse una recopilación de las tapas de revistas que había realizado para una editorial.
Esa exposición fue gracias a la gente que hoy organiza esta, la productora Vocación con la cual trabajo desde que tengo 18 años.
Ellos se encargan del armado en general y la promoción, el contenido corre por mi cuenta.

F.G - ¿Que tratas de transmitir a las personas con tus exposiciones?
C - Generalmente mi personalidad, no es que yo pinto en función de lo que ellos quieran ver, yo pinto lo que yo veo, lo que imagino y después lo comparto en la exposición. Lo que a mí me interesa son los mundos fantásticos que para mí son mi vida, son mi realidad.

F.G - ¿Cuánto tiempo te lleva realizar un trabajo?
C - Algunos 2 días, otros cinco y la mayoría entre 7 y 12 días, algunos hasta un mes incluso.

F. G - ¿El trabajo que más tiempo te llevo o el más difícil?
C - Una pintura en concreto, tal vez: “El Dragon Blanco” que es el más conocido. Me llevo un mes y pico porque le dedique mucho tiempo al diseño en lápiz.

F.G - ¿Como logras esa calidez en esa pintura?
C - Bueno, sencillamente con paciencia y muchos años de ir pintando y evolucionando. Vos fijate que ese dragón no tiene muchos colores, me siento más cómodo cuando la paleta es más restringida, por algún motivo encuentro que al usar tres o cuatro colores no voy a meter la pata.
En ocasiones pregunto si este gris es mas azul porque estoy pensando que van en el cielo, si debería tener que mas o menor cantidad de azul dado que se puede venir encima o se puede esfumar. Mi mujer me marca si compite un color con otro o si hay mucho contraste, etc. siempre consulto

F.G - ¿Por qué Ciruelo?
C - Porque a alguien se le ocurrió llamarme así cuando yo tenía 12 años y bautizó a todo el mundo, a mi no me gustaba el sobrenombre, pero con los años todo el mundo me llamaba así, hasta mi madre, y bueno, llegué a esta edad con ese nombre.
Mucho tiempo después me di cuenta de que yo básicamente vivo para los arboles y que el nombre que me pusieron tenía una relación, soy más jardinero que pintor y planto robles, soy cultivador de robles. Para mí los arboles son mi pasión, son como una figura superior.
Como para Tolkien (El Señor de los Anillos) que creó en su universo de criaturas los Ents. Para él, el bosque era una entidad viva, no era una madera.

F.G – Una última pregunta: ¿Te gustaría tener un dragón?
C - Ya tengo uno y te la dejo picando.

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